
El nombre científico para todos estos potenciales productores de reacciones alérgicas los denominaremos ALÉRGENOS o, más técnicamente, ANTÍGENOS.
Las alergias son alteraciones frecuentes para las que no existen reglas: No todos los gatos las padecen; no todos los que sufren de alergia la tienen a las mismas cosas, no todos los que tienen alergia a un mismo alérgeno presentan los mismos síntomas. Es decir, son casi un misterio...
Existen cuatro grandes grupos para clasificar las reacciones alérgicas, pero las más frecuentes son las que se encuentran dentro del grupo conocido como: Hipersensibilidad tipo I.
Las reacciones alérgicas de Hipersensibilidad de tipo I aparecen inmediatamente después del contacto del animal con el alérgeno que, en este caso son, principalmente, las mordeduras o picaduras de parásitos y el contacto con diversos tipos de polen.
Veamos cuáles son las más importantes:
Anafilaxia: Reacción generalizada que se presenta a los pocos minutos de la entrada en el torrente sanguíneo del animal del producto causante. Los alérgenos que pueden causar este tipo de alergia son, principalmente, las vacunas, determinados fármacos, picaduras de insectos, determinados alimentos, pólenes, mohos, etc.
Son procesos que cursan con nauseas, vómitos, diarrea, frío, palidez de mucosas, taquicardia, taquipnea (respiración acelerada) y en algunos casos, la muerte.
Si el animal sobrevive más de cinco minutos, también puede aparecer hipersalivación y defecación.
Suele ser habitual la presencia de efectos localizados como edema en la cara y ojos (edema facioconjuntival o “cara de boxeador”) y reacciones urticarias (ronchas).
En casos graves el tratamiento ha de ser inmediato, y se hace necesaria la aplicación de respiración asistida y tratamiento farmacológico urgente, aunque también existen formas leves que no requieren tratamiento y en las que desaparecen los síntomas entre una a seis horas.
Rinitis alérgica: aunque no es de presentación frecuente, suele producirse por inhalación de alérgenos como polen, caspa, polvo, mohos, humo de tabaco, etc.
El síntoma principal es el estornudo. No es un proceso grave.
Asma bronquial: Se trata de ataques de leves a graves con “silbidos respiratorios”, tos, dificultad respiratoria (disnea), respiración con boca abierta, cianosis (color azulado de las mucosas), comportamiento frenético y, en algunos casos, la muerte.
Es más frecuente en verano y tras el ejercicio.
En casos graves el gato puede morir sin dar tiempo a aplicar ningún tratamiento.
Atopia: También llamada dermatitis alérgica inhalante o eczema alérgico. Es una reacción del organismo que suele desencadenarse ante la exposición del animal a determinados alérgenos ambientales: polen o polvo, por ejemplo.
El gato siente picor intenso y suele aparecer entre los 12 y los 36 meses de edad y rara vez tras los siete años de edad.
Los síntomas pueden ser estacionales o pueden aparecer durante todo el año. Afecta a casi todo tipo de razas y más en hembras.
El tratamiento consiste en eliminar (o evitar en lo posible) el contacto con el alérgeno y aplicar los fármacos pertinentes (corticoides).
Como ocurre en las personas, las alergias son enfermedades cada vez más frecuentes en nuestros gatos y muchas veces lo más complicado es saber cuál es el agente causante.
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